Una de las preocupaciones de las personas que inician una formación en ilustración es poder encontrar un estilo que los identifique y les dé reconocimiento en un contexto. En este caso, predominantemente gráfico, las preguntas más frecuentes de los estudiantes están relacionadas con cómo ser diferente de los otros y cómo lograr la originalidad. Empezamos a ver experimentos con diferentes técnicas o formas gráficas en sus trabajos y se notan patrones o características que diferencian levemente sus ilustraciones de otras. Suele pasar que la búsqueda de referentes que alimenten ese estilo no es muy amplia o esté limitada culturalmente y que estos estilos gráficos de muchos ilustradores resulten siendo muy similares los unos con los otros. Parece una búsqueda casi ciega y esto se da por no parar un momento y reflexionar: ¿qué es el estilo?
El estilo no es pintar a la acuarela de alguna manera, ni dibujar los cuerpos o los ojos de los personajes de otra; no es hacer dibujos cabezones o pintar a blanco y negro para que reconozcan el trabajo personal por ciertas características gráficas. El estilo va más allá de lo exclusivamente visual, es un complemento de virtudes que poseemos las personas, por ende puede abarcar lo gráfico pero también lo conceptual y lo narrativo. Un estilo es una forma de ver, analizar e interpretar; tiene como intención exponer una forma de mostrar (gráfica), una forma de pensar (discurso) y una forma de decir (retórica). Siendo así, el ilustrador ya no es solamente un buen dibujante con excelente expresión gráfica, sino una persona que crea y se expresa de diversas maneras. Estas características del estilo estarán claramente influenciadas por experiencias de vida y por intereses que surgen en el transcurso de la vida. Se notarán influencias de muchas fuentes, algunas veces de aproximaciones a lo local, otras veces desde lo global que, a su vez, genera un vínculo personal.
Vale resaltar que las posibilidades que tiene la creación gráfica son muy amplias y que los estilos visuales son muy diversos. Cada ilustrador va encontrando maneras de resolver proyectos y estas soluciones irán consolidando formas que pueden hacer reconocible su trabajo. Hay ilustradores que encuentran un modo específico de hacer ilustración y que prefieren buscar su depuración y perfeccionamiento a lo largo del tiempo; mientras que otros ilustradores, por el contrario, prefieren hacer búsquedas constantes y diversas exploraciones que harán que cada proyecto que trabaje sea gráficamente distinto al anterior. En ningún caso es válido calificar y decir que una experiencia valga más que la otra, estas son decisiones que cada uno toma de acuerdo a las conveniencias y preferencias que tenga.
*Este texto hace parte de mi trabajo de grado: Completo e incompleto, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2011.